En esta nueva sección trataremos de sistematizar toda una serie de datos, información, secretos, trucos, y artimañas, aprendidos al cabo de convivir durante algunos años con nuestros queridos Volkswagen enfriados por aire.

No pretendemos ejercer docencia o dar cátedra magistral sobre el tema. Para eso están los verdaderamente entendidos y nosotros realmente no lo somos.

Sí en cambio, phpiramos a compartir y transmitir nuestra experiencia, dolorosamente adquirida a lo largo de los años, con todos aquellos que carezcan de ella o quieran enriquecerla.

A ese fin, habremos de tener presente en primer término que nuestro Volkswagen constantemente se comunica con nosotros a través de su comportamiento y distintos sonidos. Aprendamos a interpretar este lenguaje suyo atendiendo sus necesidades lo antes posible, y estaremos alargándole la vida de modo considerable. Ello será motivo de permanente satisfacción y orgullo para su propietario, además de conferirle una intimidad especial a la simbiosis dueño-auto.

Recordemos también que todos los vehículos, principalmente los más veteranos como el nuestro, tienen su personalidad o carácter distintivo del resto. Sorprendidos veremos que esa idiosincrasia casi siempre se manifestará en una obstinada tendencia a mantener la inercia de su estado actual. Quien haya intentado hacer en él una pequeña alteración o siquiera aflojar una tuerca agarrotada por los años, sabrá a qué me refiero.

Pero justamente esa personalidad es la que lo define y distingue de todos los demás. Nosotros, dueños de Escarabajos, lo sabemos bien. A quién no le han preguntado en alguna ocasión: “¿qué año es?”; “ ¿pero éste es Alemán no?”, “¿éstos flotan, no? “; ¿cuánto vale uno de éstos?” o ha tenido que soportar por enésima vez el remanido: “¿ Sabías que “Volkswagen” quiere decir auto del pueblo en idioma Alemán ?”

Notaremos de inmediato que al conducir cualquier Volkswagen enfriado por aire (Escarabajo, Karmann Ghia; Kombi, TL; Variant ó 411) automáticamente habremos sido adoptados dentro de la gran familia de fanáticos de la marca. Ello inexorablemente nos impulsará a reunirnos en clubes para compartir experiencias, a detenernos para ayudar a otro congénere en caso de avería, o simplemente a saludarnos con las luces y manos al cruzarnos en el camino (efusivos: ¡abstenerse de soltar el volante!).

Estas muestras de camaradería son universales y han existido desde los heroicos comienzos. Tratemos de preservarlas vivas practicándolas en cada ocasión propicia.

Seguramente todo dueño de Escarabajo, en buen estado o no, alemán o brasileño, etc., será legítimo poseedor de un innumerable bagaje de singulares hazañas: ese imposible retorno a casa en tres cilindros y semi fundido, el cruce exitoso por un vado de agua donde muchos otros se quedaron; una provisoria y existosa reparación nocturna en medio de un camino olvidado; etc.

En gratitud a tantas alegrías y satisfacciones, ocupémonos de él dándole lo poco que pide para subsistir, pues así estaremos ayudando a que el “auto del siglo” ingrese al próximo y continúe “andando, andando y andando”.

* Volkswagen es marca registrada de Volkswagen AG.